La investigación científica moderna sobre el grounding o conexión a tierra comenzó en los años 90 gracias a los doctores Karol y Pawel Sokal en Polonia y a Clint Ober en Estados Unidos. Desde entonces, diversos estudios han mostrado efectos positivos del grounding en la fisiología humana, destacando un cambio significativo en el estado eléctrico del cuerpo, la sangre y los procesos de autorregulación y autocuración.
Se propone que el grounding permite la transferencia de electrones desde la Tierra al cuerpo humano. Dado que la inflamación es causada por radicales libres, y estos pueden ser neutralizados por electrones (como lo hacen los antioxidantes), el grounding actuaría como un agente antiinflamatorio natural.
Miles de testimonios y estudios reportan disminución del dolor, lo que sugiere —aunque no prueba de forma definitiva— una reducción de la inflamación corporal. La evidencia acumulada apunta en esa dirección con consistencia.
Los títulos de los estudios realizados hasta la fecha se listan a continuación. Haz clic en los títulos para leer los estudios.
Karol Sokal
Pawel Sokal
